Ensalzando la belleza de nuestros edificios más históricos

Las rehabilitaciones que realiza Grupo Kursaal, son conocidas a lo largo de todo el territorio Guipuzcoano. Bien por sus rehabilitaciones energéticas de fachada ventilada y SATE, como restauraciones de edificios de nuestro patrimonio arquitectónico en las que combinan las técnicas más pioneras del mercado con las más tradicionales.

No es casualidad que esta pyme vasca, tenga un riguroso compromiso con la conservación de los edificios más emblemáticos que constituyen el patrimonio arquitectónico vasco. En tanto que, las condiciones climáticas, la constante exposición y cercanía con el mar conllevan a que algunos de nuestros inmuebles más antiguos y testigos de nuestra historia se degraden y sufran diferentes patologías en sus fachadas, balcones y ornamentos.

Siendo esto así, el objetivo de Grupo Kursaal desde hace años es devolver a estos edificios, la belleza y dignidad que merecen. Actualmente, la mayoría de estas rehabilitaciones se están llevando a cabo en Gipuzkoa. Por ejemplo, paseando por el ensanche y la zona romántica de Donostia, es habitual ver grandes andamios que se alzan con el nombre de la empresa rehabilitadora.

Un millar de edificios de San Sebastián se encuentran protegidos por el PEPPUC (Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido), que según su artículo 1 tiene como propósito “identificar los edificios y otros elementos constructivos y de urbanización que deben ser objeto de protección por formar parte del patrimonio urbanístico construido de la misma”. Además, este plan también determina el “tratamiento estético de las edificaciones” del Ensanche Antiguo, entre otras cosas.   

Teniendo el PEPPUC en cuenta, Grupo Kursaal lleva a cabo estas rehabilitaciones respetando el proyecto y geometría original de los edificios. Para esto, ha apostado por aplicar los procesos y técnicas más innovadoras del sector de la rehabilitación. Ejemplo de ello, es la incorporación de las máquinas de limpieza Torbo, ya que, utilizando esta maquinaria de limpieza en húmedo, se consigue no dañar el paramento sobre el que se está trabajando y cuidar la piedra que compone la fachada. Además, esta maquinaria reduce en un 90% el impacto ambiental y en un 92% la producción de polvo, velando por la salud de los operarios y de los vecinos.

Gracias a esta técnica, se logra también conservar y ensalzar la historia que guarda la piedra arenisca que cubre algunos de los edificios más conocidos de Donostia. Y es que, adentrándonos en su origen, este material era extraído de las antiguas canteras del monte Igeldo, que conforma un lugar simbólico. Puesto que en ellas se escondía la San Sebastián que conocemos hoy en día.

Así, para Grupo Kursaal, la restauración de patrimonio no se trata de una intervención más. Y es que, gracias a ella consiguen ensalzar la belleza y esencia arquitectónica e histórica que el paso del tiempo y el clima meteorológico habían deteriorado.

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